Y para rematar la selección de villancicos de siempre, y antes de que pase la Navidad, aquí os dejo otros tres fundamentales. El último de ellos en la versión cinematográfica de Raphael, con unos cuantos años de menos…
Una pandereta suena (versión flamenquita)
Ya vienen los Reyes Magos
El tamborilero
No seáis tontos, cantad en Nochebuena, y disfrutad de la Navidad…
Hoy quiero dejar aquí una delicia de J.S. Bach, muy apropiada también para la Navidad. Se trata de la cantata «Jesús, alegría de los hombres«. Su título original es «Jesus bleibet meine Freude» o en inglés «Jesu, joy of man´s desiring».
Son tres versiones. La primera es la cantata original, la segunda un dúo para guitarra (uno de mis instrumentos favoritos, junto con el piano) y la tercera una que he encontrado buscando las anteriores que me ha parecido bonita, de una cantante llamada Sissel. Espero que las disfrutéis.
Jesus bleibet meine Freude BWV 147 – Coral
Jesus bleibet meine Freude BWV 147 – Dúo de guitarra Kathrin Meyer y Hanna Lamprecht
Jesus bleibet meine Freude BWV 147 – Sissel Sissel Kyrkjebø
La letra en alemán y español:
Jesus bleibet meine Freude
Meines Herzens Trost und Saft,
Jesus wehret alem Leide,
Er ist meines Lebens kraft,
Meiner Augen Lust und Sonne,
Meiner Seele Schatz und Wonne;
Darum lass ich Jesum nicht,
Aus dem Herzen und Gesicht.
Jesús sigue siendo mi alegría
consuelo y savia de mi corazón,
Jesús me defiende de toda pena,
Él es la fuerza de mi vida,
el gozo y el sol de mis ojos,
el tesoro y el prodigio de mi alma;
por eso no quiero a Jesús
fuera de mi corazón y mi vista.
Se acercan las Navidades, fiestas entrañables donde las haya. Desde varios frentes intentan que este año año sean amargas y tristes, pero no debemos permitírselo. Hemos de celebrarlas en familia y con el auténtico espíritu de las mismas. Porque las Navidades no son luces ni centros comerciales. No son regalos materiales ni comilonas. Para los creyentes son la conmemoración de la llegada de Jesús a este valle de lágrimas, y para los no tan creyentes un momento especial del año en el que disfrutar del calor del hogar y la familia.
En cualquiera de los casos son especiales y no necesitan de regalos y cenas copiosas para poder ser celebradas con intensidad. Solamente necesitan el cariño de la familia, un Belén, un árbol (para que haya para todos los gustos) y los villancicos.
Y para que podáis tener al menos estos últimos quiero dejar unos cuantos aquí. Son los villancicos de siempre, los de la infancia de muchos de nosotros. Espero que os gusten…